Los prejuicios sexistas en la enseñanza mixta

Chicos y chicas en clase
¡Alto a los prejuicios sexistas en la escuela! Podría ser una consigna para reformar la escuela en Afganistán o en la India, pero en realidad se refiere a la escuela en Francia, y es el titular de un artículo firmado conjuntamente por el ministro de Educación, Vincent Peillon, y la ministra de los derechos de las mujeres, Najat Vallaud-Belkacem (Le Monde, 27-09-12).

La enseñanza en Francia ha buscado siempre asegurar la igualdad de oportunidades y entre los sexos. Estos ideales fueron invocados también cuando en 1975 la enseñanza mixta se adoptó como principio organizador en la escuela pública, aunque en realidad también se impuso por la insuficiencia de locales y profesores ante el avance de la escolarización en esa época.

Casi cuatro décadas después, los dos ministros constatan: “Ni la igualdad jurídica, ni la enseñanza mixta han bastado para abolir el distinto modo de mirar a los chicos y chicas, ni la construcción sexuada de los itinerarios escolares ni las violencias sexistas en la escuela”. Un severo diagnóstico. Por lo visto, mezclar chicos y chicas no basta para asegurar la igualdad. “La escuela está lejos de ser neutra desde el punto de vista del género”, aseguran los ministros.

La desigualdad más patente en los últimos tiempos es que a los chicos les está yendo peor. Las chicas tienen más éxito en los exámenes y, en cambio, entre los chicos es mayor el fracaso escolar y el abandono prematuro de los estudios. El 76,6% de las chicas francesas obtienen el título de bachillerato frente a un 66,8% de los chicos.

Si fueran las chicas las que tuvieran mayor fracaso y abandono escolar, inmediatamente nos preguntaríamos si los profesores se adaptan bien a sus necesidades, si el sistema no está inspirado en criterios masculinos o si el clima de la escuela conspira contra ellas. Pero ahora que los últimos de la fila son sobre todo chicos, todavía el problema se reduce a una cuestión de prejuicios.

A lo mejor es porque no hay un ministerio de los derechos de los hombres, pero incluso tras reconocer que a los chicos les va peor en la escuela, el tono del artículo es cómo superar los prejuicios sexistas… contra las chicas. Dicen que en la escuela se espera de los chicos creatividad, y de ellas conformismo; que a ellos se les da más la palabra; que se anima a  los chicos a superarse, mientras que a menudo se piensa que las chicas han llegado al tope de su capacidad; que los manuales escolares de historia están llenos de “grandes hombres” y de escasas “grandes mujeres”… Pero si todo esto fuera cierto, resulta aún más misterioso por qué a la hora de los exámenes la balanza de la desigualdad escolar se inclina a favor de las chicas. Quizá sea porque ellos abren menos los manuales, y no se sienten inspirados por los grandes hombres.

Se podría echar la culpa de los estereotipos sexistas al profesorado, pero en tal caso serían prejuicios trasmitidos sobre todo por mujeres. Pues, en la enseñanza francesa, las mujeres son el 82% del profesorado en la enseñanza primaria, el 65% en la secundaria inferior y el 53,9% en la superior.

Distinta orientación profesional

Sea cual sea la causa, la realidad, que lamentan los ministros, es que a la hora de la orientación profesional los chicos y las chicas se obstinan en elegir caminos diferentes. “Los chicas representan apenas un 10% en las secciones industriales y… más del 90% en la sección de ciencias y tecnologías de la salud y de lo social”. Igualmente, aunque hay más chicas que chicos que sacan el título de bachillerato, “ellas no son más que el 43% de los alumnos inscritos en primer año de las clases preparatorias para las ‘Grandes écoles’”.

Realmente, nadie obliga a las mujeres a elegir ciencias de la salud en vez de mecánica del automóvil. Pero los ministros no están dispuestos a cruzarse de brazos ante las consecuencias del derecho a decidir en los estudios. Así que se declaran dispuestos a trabajar junto con otros agentes sociales para cambiar las cosas: “Nuestra escuela debe formar más mujeres investigadoras, ingenieras, científicas, que participen en la recuperación del sistema productivo de nuestro país”.

Trato y maltrato

La coeducación parece que tampoco ha garantizado un mayor respeto en la relación entre ambos sexos. Se decía que con el mayor conocimiento mutuo se suavizarían sus relaciones y se engendraría el respeto. La realidad es que chicos y chicas se tratan más en la escuela, pero también se maltratan más. Por eso, dicen los ministros, “nuestra escuela debe movilizarse contra las violencias de género, esas palabras, esos gestos, esos golpes que excluyen y rebajan a las chicas”.

Nadie ha dicho que sea fácil luchar contra los prejuicios sexistas. Tampoco es sencillo remover el prejuicio de que basta sentar en los mismos bancos de la escuela a chicos y chicas para que reine la igualdad, el respeto y la eficacia académica. No vendría mal tener en cuenta que ni la coeducación ni la enseñanza diferenciada son dogmas sino instrumentos que debe ser juzgados en razón de su eficacia en cada caso, como advirtió hace ya algunos años en Francia el sociólogo Michel Fize en su libro Les piéges de la mixité scolaire. En vez de tratar la coeducación como un tabú intocable, Fize hacía una propuesta pragmática de admitir una pedagogía diferenciada, con clases no mixtas en las situaciones y edades en que fuera necesario. En cualquier caso, los que tachan a la enseñanza diferenciada de contraria a la igualdad, deberían demostrar antes que la enseñanza mixta la garantiza.

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8 respuestas a Los prejuicios sexistas en la enseñanza mixta

  1. Librequieroser dijo:

    Pues totalmente de acuerdo. No le queda duda que la izquierda le dará duro, porque para ellos la coeducacion sí es un tabú intocable. En mi opinión, no se trata de hacer una competición por saber qué modelo es mejor, sino que siendo la educación diferenciada un modelo legítimo, legal y constitucional, también debería ofrecerse dentro del sistema de enseñanza para que sean en último término los padres los que decidamos con libertad cual es el que estimamos más adecuado para nuestros hijos. Yo no termino de entender este empecinamiento de la izquierda por excluir todo aquello que ellos deciden que es contrario a sus dogmas, cuando en realidad se les llena la boca con palabras como tolerancia, respeto o democracia. Un grupo de familias nos hemos movilizado en Andalucía por que se mantenga, en este sentido, nuestra libertad de elección. Le invito a conocer nuestro blog donde nos encantaría contar con su opinión: porladefensadelalibertad.wordpress.com

  2. Ma. Elena Melgarejo dijo:

    Aplaudo el uso del término sexista, en vez del de género que con tanto empeño pretenden implantar los y las feministas, por las intenciones que oculta malamente el gremio gay. En efecto, la educación mixta no ha venido a resolver problemas de respeto, igualdad y resultados académicos, por el contrario, ha devaluado el rendimiento de los chicos o lo ha puesto de manifiesto, al menos. Las estadísticas son elocuentes a pesar de que no haya que fiarse de ellas de modo absoluto. Espero que por demostrar su buen hacer académico, las chicas no se vean obligadas a seguir estudios que no elijan libremente, por el hecho de que la tecnología es de interés nacional. Cabe añadir que son numerosos los países en que es posible elegir una educación diferenciada para los propios hijos.

  3. marta salazar dijo:

    Da exactamente lo mismo si el colegio es mixto o no… No entiendo cómo nos peleamos y damos batallas campales por algo tan poco importante como si los colegios tienen que ser mixtos o no-mixtos… Que cada cual haga lo que quiera. Encuentro absurdo perder el tiempo y la energía en algo que realmente no importa…

  4. Mara dijo:

    Supongo que depende de cada caso en particular, yo estudie unos años en un colegio solo de niñas y despues en otro mixto, y de todos estoy contenta. Creo que la educacion mas que diferenciada, es particular, y que los buenos profesores son los que deben sacar el maximo partido a los estudiantes, y aqui no influye que sea diferenciada o no, sino la excelencia del profesorado.

  5. Federico Díe Cortés dijo:

    Pienso que hay que proteger a la educación de la influencia perjudicial de políticos excesivamente ideologizados. Si son los padres los que tienen la responsabilidad de educar a los hijos y el derecho a escoger la enseñanza que crean más conveniente (véanse Declaración Universal de los derechos del Hombre y nuestra constitución) dejemos que ejerzan su derecho de elegir y dediquémonos a poner los medios necesarios para que el ejercicio de este derecho sea una realidad y no una quimera inaccesible para la mayoría de los padres.

  6. Pablo el herrero dijo:

    Muy buen artículo Ignacio en defensa de la Educación Diferenciada.

    Hoy todo lo que sea enfrentarse a los dogmas del socialismo y más en concreto a los dogmas del feminismo, significa defender la libertad individual para poder hacerse a si mismo sin las coacciones e imposiciones de las ideologías estatista.

    Socialismo y feminismo son hoy las ideologías, no sólo más colectivistas, sino sobre todo, las principales autoras de las reingenierías sociales más totalitarias y sexistas de occidente. Puro constructivismos basados en la negación del individuo.

    Ambas ideologías estigmatizan la Educación Diferenciada porque saben que su concepto de Planificación Central de la Educación estatista, como estructura de enseñanza, es clave para adoctrinar a las sociedades en sus dogmas totalitarios…. y sexistas (en este caso, no de carácter machista sino de carácter hembrista).

    Como bien dices, ahí están para demostrarlo los resultados negativos de su pedagogía en lo que a los varones se refiere. Pero mira por dónde, que no contentos con los resultados de su sistema educativo y que dicha educación se hay feminizado profesoralmente, que ahora lo que quieren es que se feministice de la manera más antivarón posible… con el fin de que dichos resultados negativos para los niños varones sigan degradándose.

    Que curioso, nosotros defendemos un concepto de Educación Diferenciada que está demostrado que iguala más los resultados de eficacia educativa de chicos y chicas, en tanto que ellos y ellas, defienden un modelo igualitario de enseñanza para poder imponer resultados educativos diferentes en chicos y chicas.

    ¡Viva la igualdad educativa socialista y feminista! ¡Puro totalitarismo educativo, puro sexismo hembrista!

    ¡¡FUERA EL ESTADO DE LAS AULAS!!

    Pablo el herrero

  7. Juan D. dijo:

    Aparte de cerrar los ojos ante las diferencias naturales de maduración entre chicos y chicas, detecto a veces en algunos partidarios de la coeducación (he escrito «a veces» y «algunos») un especie de obsesivo afán de «promiscuidad», lo que también podrán detectar quienes observen detenidamente el problema. Parece como si los chicos no pudieran hacer nada sin las chicas y viceversa. En los casos extremos de radicalismo antidiferenciador, uno se plantea si ciertos militantes del mismo no tendrán, por decirlo de algún modo, las hormonas donde toca tener las neuronas (Me importa mucho dejar claro que estos fenómenos a que aludo no se dan en todos los partidarios de la coeducación, ni mucho menos; incluso entre éstos está presente, como no podía ser menos, una valoración positiva de la pureza o castidad -gran virtud que nada tiene que ver con el miedo al sexo- de los hijos o educandos y propia… Y: si alguien siente deseos de «debatir» sobre algo que «no he dicho» ni pienso, que no se moleste en escribir).

  8. http://elsillondepapa.blogspot.com.es/ dijo:

    La educación, para mi entender, es la cartera más importante de cualquier gobierno.. y no por el hecho de educar a nuestros pequeños, sino que usada a gusto del gobierno de turno, es una herramienta de adoctrinamiento y manipulación. Todos los padres deberíamos tener el derecho de elegir colegio y el tipo de colegio, según nuestros propios criterios. Cierto es que los niños son mucho más remolones que ellas, especialmente en edades complicadas, pero no dudo de que se puedan obtener buenos resultados en cualquier tipo de educación.

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