Prensa: se buscan magnates

Jeff Bezos y el Washington PostEl pasado agosto, cuando los comercios estaban en el último periodo de rebajas, el patrón de Amazon, Jeff Bezos, compró  a la familia Graham The Washington Post por 250 millones de dólares. La compra y las  reacciones suscitadas indican cómo está cambiando el mundo periodístico. Antes, cuando una cabecera prestigiosa pasaba a manos de un magnate ajeno a la prensa, surgían reticencias y alarmas. ¿Sabrá respetar su independencia? ¿Pretenderá utilizarla para influir en el mundo político y económico para su propio provecho? ¿La gestionará como uno más de sus negocios o entenderá la peculiaridad de una empresa periodística?

Ahora, en cambio, un suspiro de alivio ha recorrido el sector periodístico.  El Post arrastraba desde hace años una caída de la circulación de la edición impresa y de los ingresos, con lo que el grupo perdió el año pasado 54 millones. A pesar de todo su prestigio, su existencia estaba amenazada por la transición del papel impreso a la versión digital, con una disminución de los ingresos publicitarios.

En esta situación, Bezos puede ser acogido como un salvador. No solo porque se cuantiosa fortuna le permitirá enjugar las pérdidas del Post mientras experimenta con nuevos modelos de negocio. También porque es un empresario que en Amazon ha demostrado su capacidad para vender libros y otros muchos productos culturales, y ha sabido intuir nuevos modos de lectura con el Kindle. Y si algo necesita la prensa en estos momentos es alguien que aporte ideas originales para un nuevo modelo de negocio.

El hecho de que un empresario triunfador esté dispuesto a invertir en la prensa es también un balón de oxígeno para un sector que necesita creer en su futuro. Es cierto que no es el único que invierte ahí. El millonario Warren Buffett ha comprado en los últimos años 63 diarios locales, convencido de que hay un futuro para la prensa muy centrada en la información local. John Henry, el propietario del equipo de fútbol Liverpool y del equipo de baseball Boston Red Sox, ha comprado el Boston Globe a la compañía del New York Times.

Pero Bezos cuenta con las credenciales de ser uno de los empresarios de Silicon Valley más admirados. Otros magnates de la prensa han sido vistos con más prevención. Cuando Rupert Murdoch compró The Times en 1981, fue una sacudida en el mundo periodístico. Por no hablar de las críticas a Silvio Berlusconi, por su promoción política desde la plataforma de sus empresas de televisión. Pero también las actuales tribulaciones de Rupert Murdoch y de Silvio Berlusconi muestran que se puede ser un magnate de la prensa, sin ser capaz de dominar la opinión.

Lo que se espera hoy día de un magnate que compra un periódico no es solo que respete su independencia y sus valores. Se le pide que logre encontrar un modelo de negocio y una conexión con los lectores que permita a los periódicos ofrecer a la opinión pública la información que necesita y en los soportes que prefiere.

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